Presupuesto Inverso para Ahorrar. ¿Qué es y cómo funciona?

gráfico que representa señor haciendo presupuesto personal

Resumen ➠ Si queremos controlar nuestras finanzas personales, las finanzas domésticas, necesitamos hacer un presupuesto. De hecho, cada vez más gente realiza presupuestos mensuales en el hogar para maximizar sus ingresos y disfrutarlos más y mejor . Existen distintos tipos de presupuestos para organizar nuestros gastos domésticos. Pero si quieres ahorrar tienes que saber qué es el presupuesto inverso.


Normalmente, pagamos todos los gastos mensuales, nuestros caprichos y lo que nos sobra a final de mes es nuestro ahorro. Con un presupuesto inverso la cosa cambia, ya que primero guardamos una parte para ahorro o inversión y luego , con lo que sobra, pagamos gastos fijos y caprichos.

Es una manera de obligarnos a ahorrar y despreocuparnos si gastamos mucho o no, porque el ahorro ya lo hemos hecho al principio.

Presupuesto Inverso

1.- Qué es el presupuesto inverso

Hacer un presupuesto inverso es poner el ahorro al mismo nivel que los gastos fijos e ineludibles. Esencialmente, lo primero que debes hacer cada mes es retirar o apartar el dinero pensado para el ahorro o la inversión. Luego, se pagan las facturas y demás gastos.

Cada familia o cada persona dispondrá para el ahorro la parte que considere oportuna o que pueda permitirse, pero el ahorro debe ser el “primer gasto”.

Se trata de hacer del ahorro una prioridad. Por supuesto, esto no significa dejar de pagar la hipoteca o dejar de comprar comida. Es añadir los ahorros dentro de las necesidades básicas, antes de gastarlo en ir de compras o salir a comer fuera de casa.

Este tipo de presupuesto es muy útil para aquellas personas que tienen una meta de gasto a corto o largo plazo, ya que te obliga a evaluar los hábitos de gastos personales o familiares.

Si antepones el ahorro y las necesidades por encima de los deseos no deberías tener problemas en conseguir ahorrar un poco cada mes.

2.- Cómo funciona el presupuesto inverso

Antes de realizar un presupuesto debes seguir estos pasos.

⇥ Evaluar los gastos

Lo primero es indagar en los hábitos de gasto. Te ayudará para analizar los gastos llevar una contabilidad mensual.

Así, podrás ver a cuanto ascienden tus gastos básicos como los relacionados con la vivienda y con la comida y los gastos más superfluos como los gastos en ropa, bares y restaurantes…

⇥ Poner Metas a corto y largo plazo

Tener metas relacionadas con el dinero a corto o largo plazo nos ayudan a ahorrar. Por ejemplo, si queremos comprarnos una casa o un coche, realizar el viaje soñado, reformas, un emprendimiento…

Las metas personales nos ayudarán a determinar dónde y cómo gastar nuestro dinero.

⇥ Decidir cuanto dedicar al ahorro

Si llevas la contabilidad doméstica sabrás cuanto ingresas cada mes y cuanto gastas en cada apartado. Visto esto, puedes hacer fácil un presupuesto mensual.

Si tienes una meta a corto plazo estarás más obligado a fijar una determinada cantidad. Tienes que ver cuánto necesitas para cumplir esas metas.

Si quiero irme el año que viene a hacer ese viaje a Australia que siempre he soñado y me va a costar 6000 €, pues, deberé apartar cada mes la cantidad necesaria para que cuando me vaya de viaje pueda disponer de ese dinero sin tirar de tarjeta ni de deuda.

En este apartado hay que ser realista. Porque es una tontería fijar una cantidad y no llegar a final de mes. Hay que dejar el dinero suficiente para los gastos básicos y para disfrutar de ciertos caprichos.

⇥ Pagar todos gastos

Es bueno hacer una revisión de estos gastos. Algunos son imprescindibles pero hay otros que se pueden sacrificar. ¿Pagas una plataforma de tv?, ¿merece la pena?, ¿Cuánto gastas cada mes en suscripciones?, ¿has revisado que no hay seguros de casa, de coche..más baratos?

Este sería un buen momento para ponerte al día en gastos que pueden ser superfluos.

⇥ Ahorrar

Si has seguido los pasos anteriores ya sabrás cuánto dinero debes dedicar a ti mismo ahorrando. Apártalo e ingrésalo en una cuenta de ahorro o de inversión.

Separado el dinero para el ahorro y para los gastos básicos ya sabes cuánto puedes disponer para todo lo demás, salir a cenar con los amigos, comprar ropa o algún otro capricho…

Si pones por delante el ahorro todo lo que sobre puedes gastarlo sin ningún problema.

⇥ Haz ajustes con el presupuesto

No es nada fácil realizar un presupuesto personal, y cumplirlo. Puede que el primer mes te flipes y a mitad de mes estés con problemas. Haz un esfuerzo en controlar los gastos, pero sé realista.

Puedes seguir estos consejos para reducir gastos.

3.- Pros y contras de realizar un presupuesto inverso

Vamos con los pro y los contras de este presupuesto

Ventajas

⇥ Muy fácil de realizar

Con un simple Excel nos vale. No hace falta complicarse más. Es fácil realizar en una hoja de cálculo un presupuesto personal o familiar y realizar pequeñas modificaciones.

No hay que mirar el saldo continuamente. Cómo hemos separado nuestro ahorro, el resto puede gastarse. Conforme adquieras mentalidad de ahorrador irás puliendo los gastos.

⇥ Fácil de integrar

Puedes traspasar el dinero para el ahorro a una cuenta distinta a principio de mes. Incluso ordenar al banco que todos los meses haga la transferencia por la cantidad pensada para el ahorro.

Desventajas

⇥ No es para todo el mundo

Si tienes problemas para llegar a final de mes deberías realizar un presupuesto más estricto para solucionar ese problema. Realizar cada cierto tiempo un ayuno financiero de 21 días te ayudará a ponerte al día.

Igualmente, si gastas por encima de tus posibilidades deberías primero estudiar bien todos los gastos antes de ponerte con el presupuesto inverso para ahorrar.

Conclusión

En Estados Unidos definen el presupuesto inverso (reverse budgeting) como el presupuesto en el que primero te pagas a ti, en el que antepones los objetivos de ahorro o de inversión frente a todo lo demás.

Crear un presupuesto inverso y llevarlo a la práctica es una forma de ahorrar. Y, aunque no es fácil, es una de las mejores maneras de controlar el gasto mensual y guardar para posibles caprichos, para gastos más grandes o para cuando vienen mal dadas.

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