¿Qué es el ayuno financiero? ➠ El ayuno financiero es un método que nos permitirá conseguir unos buenos ahorros durante los 21 días que lo realicemos. Simplemente, consiste en no hacer ningún gasto extra durante ese periodo mejorando, de paso, nuestros hábitos de gasto.
El Ayuno Financiero
- #1- Cómo surge el ayuno financiero
- #2- Normas del ayuno financiero
- #3- Ventajas
- #4- Desventajas
- #5-Consejos para un ayuno financiero exitoso
Durante esos 21 días no haremos compras que no sean realmente necesarias (farmacia, comida…) ni gastos, realmente imprescindibles (médico, colegios… ).
Lo mismo que si hicieras una dieta, aquí deberás gastar solo en lo imprescindible, olvidándote de restaurantes, bares, peluquerías, compras online, ropa, almuerzos o cafés fuera de casa…
Y como verás, si sigues leyendo, si llevas unas pautas concretas, no es difícil conseguir este ayuno financiero y ahorrar una buena cantidad.
Cómo surge el ayuno financiero
“El ayuno financiero de 21 días: el camino hacia la paz y la libertad” es un libro de la asesora financiera y columnista del Washington Post, Michelle Singletary, que propone una dieta para romper los malos hábitos de gasto creando un plan para ahorrar y poder reducir deudas y aprovechar el dinero en cosas que realmente necesitamos o nos satisfacen (viajes o vacaciones, por ejemplo).
Como todo ayuno no es bueno realizarlo durante largos periodos de tiempo, porque no tiene sentido trabajar y no disfrutar del dinero. Pero si realizas este ayuno varias veces durante el año, verás que podrás romper algunos de tus malos hábitos de gasto a largo plazo.
Aunque pueda parecer una medida extrema es interesante no gastar dinero no necesario durante un cierto espacio de tiempo. Se trata de conseguir decisiones financieras inteligentes.
Y tampoco es tan difícil. Hay que ser prácticos y alejarse un poco del consumismo.
Por ejemplo, si los domingos, por costumbre, sueles ir a comer con los niños o con los amigos a un restaurante puedes sustituirlo por un paseo por alguna montaña cercana y unos bocatas en un bello paraje, o en una bonita playa o cala de la costa. A lo mejor, hasta disfrutas más.
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Las normas del ayuno financiero
Antes de empezar hay que fijar unas normas para hacernos una idea del ahorro que podemos conseguir.
#1- Una duración de 21 días. Son tres semanas en la que reducirás tus deseos y te centrarás en las necesidades.
Menos tiempo, probablemente, no notes un ahorro significativo y no llegues a comprobar los beneficios del ayuno financiero y los efectos que puede tener en tus hábitos financieros.
Un tiempo más largo puede suponer un abandono del ayuno que te lleve a pensar “¿y para eso me parto el lomo currando…?”.
#2- Solo comprar cosas necesarias. A menos que sea algo esencial para sobrevivir durante ese periodo de tiempo no hay que hacer ninguna compra. Nada de bares, regalos, caprichos…
Solo gastos imprescindibles: comida, vivienda, gastos médicos, gastos del trabajo o del colegio…
#3- Los pagos, en efectivo. Cuando pagas en efectivo eres mucho más consciente de lo que estás gastando. Así que, olvídate de la tarjeta durante 21 días. De está manera sabrás, realmente, lo que estas gastando en estas tres semanas.
#4- Apunta tus gastos. Esto es algo que deberías hacer siempre. Ahora hay muchas Apps, incluso las mismas entidades financieras, que te ayudan a ver en que has gastado tu dinero durante el mes.
Llevar un registro de gastos es fundamental para tener buenos hábitos financieros y poder ahorrar. Lo ideal sería que apuntases los gastos del mes anterior y del mes que realizas el ayuno para comprobar cómo ha funcionado. Un Excel o una hoja de cálculo de OpenOffice sería lo ideal.
#5- Haz un diario. A lo largo de los 21 días del ayuno financiero hay que llevar un pequeño diario con los gastos, las cosas en las que has ahorrado, los aspectos en los que tienes dificultades… Consultando estas anotaciones te ayudará a identificar qué factores son los que te hacen incurrir en gastos superfluos y qué hábitos puedes cambiar.
#6- Implica a tu círculo cercano. Comunícale a la familia y amigos que estás realizando este ayuno financiero de tres semanas para que no te hagan caer en la tentación. Si tus amigos quedan para cenar, ya saben que durante ese tiempo no podrán contar contigo.
Igualmente, la familia. Tu mujer o tus hijos deben implicarse, también, en ese ayuno voluntario.
Pero, hay que tener en cuenta los pros y contras de abrocharse el cinturón y limitar los gastos. Y hay que estar mentalizado. Solo son periodos de tres semanas.
Ventajas del ayuno financiero
➠ Serás más consciente de tus gastos. Visibilizarás gastos superfluos que sumados significan dinero. El café de la mañana, el almuerzo, una cervecita por la tarde o un pastelito de la máquina sumado durante todos los días del mes ya supone una buena cantidad de dinero por algo perfectamente evitable (y poco sano).
➠ Ahorrarás. Poco o mucho, según tus hábitos de gasto y tus ingresos mensuales, pero seguro que una cantidad importante ahorras. A lo mejor, puedes ahorrar 20€ día, que no es mala cantidad durante tres semanas.
➠ Reducirás a la nada la tarjeta de crédito. Tirar de tarjeta no está permitido estos 21 días, salvo caso de extrema necesidad. Esto puede ahorrarte gastos a largo plazo.
➠ Eliminar las tentaciones. Eliminar las tentaciones es un paso. Al igual que en una dieta eliminas los alimentos azucarados o con grasas, aquí eliminarás las vistas a centros comerciales y tiendas online.
Desventajas
➠ Puede ser contraproducente. Si cuando terminas este ayuno, para recuperar, gastas en lo que queda de mes, lo que has ahorrado en tres semanas, no vale la pena.
➠ No es una solución para la gente con problemas financieros reales. El ahorro es significativo, pero si tienes muchas deudas hay otras soluciones mejores que el ayuno. Este sistema de 21 días sirve para ahorrar, comprobar tu actitud con el dinero y tomar acciones inteligentes respecto al gasto. Te hará ver los gastos superfluos e inútiles que no te hacen disfrutar más ni ser más feliz.
➠ Es un remedio a corto plazo. La autora del plan, Michele Singletary, no recomienda “ayunos” más largos ni realizados frecuentemente. Este tiempo es el necesario para conseguir unos ahorros sin casi ningún sacrificio personal. Además, sirve para ver cómo cambiar algunos hábitos de gasto para gastar en un futuro más inteligentemente.
Y para terminar, aquí van unos consejos para que este ayuno sea productivo.
Consejos para un ayuno exitoso
#1- Ten claro qué es una necesidad y qué es un capricho o gasto superfluo.
Cada uno tiene su propia percepción de qué es necesario y qué es un deseo. La peluquería, para alguien que trabaja cara al público, puede ser una necesidad.
En el diario debes apuntar qué es un deseo y qué una necesidad, así eliminarás las tentaciones sin abrumarte o sentirte culpable.
#2- Se responsable.
No todo el mundo entenderá este ayuno financiero que vas a realizar y puede que se rían un poco de ti. Apóyate en alguien que te comprenda. Se responsable con los gastos y apúntalo todo.
#3- Elimina tentaciones.
En casa se gasta poco. Estate más tiempo en casa y alejado del ordenador. Son solo tres semanas. Aprovecha para leer, hacer ejercicio, pasear. escuchar música…
#4- Ten buenos hábitos.
Si almuerzas y comes en el bar, prueba a llevarte la comida de casa, elimina las cervecitas del aperitivo, fuma menos, no compres chorradas como bebidas azucaradas o pastelitos envasados. Comer sano es más barato.
#5- Haz cuentas.
Ves comprobando cuánto vas ahorrando respecto al mes anterior. Te servirá para ir avanzando durante este ayuno financiero.
#6- Al terminar los 21 días celébralo.
Puedes aprovechar y sacar el dinero ahorrado para ponerlo en una cuenta de ahorro para gastos futuros interesantes. Aprovecha y sal a comer con amigos o con la familia, cómprate algún capricho… pero no gastes en lo que queda de mes todo lo ahorrado con el ayuno financiero. Moderación.
Conclusiones
Aunque el ayuno financiero pueda parecer extremo es más fácil de realizar de lo que te imaginas. Prepáralo bien y establece unas pautas. No es nada difícil conseguir unos hábitos de gasto correctos e inteligentes respecto a tus ingresos.
¿Has pensado en hacer un ayuno financiero alguna vez?
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